La vuelta a la rutina tras las fiestas navideñas siempre es difícil, por eso quizá tendemos a abusar del café con el objetivo de activarnos al inicio del la jornada o mantenernos más despiertos y animados durante el día. Sin embargo, ignoramos qué ocurre en nuestro cuerpo cuando bebemos ese café de la mañana. La cafeína es la droga más consumida en todo el mundo.
Lo primero que debemos saber es la cantidad de cafeína que nuestro cuerpo realmente puede tolerar. Por lo general, es alrededor de 400 miligramos por día, pero dicha cantidad está determinada por la genética. La misma cantidad podría poner especialmente nerviosa a otra persona. La explicación está en que cuando la cafeína impacta en nuestra sangre, después de una o dos horas de ser ingerida, aumenta nuestra presión sanguínea y las glándulas suprarrenales bombean más adrenalina para mantenernos alertas, pero también más sensibles e irritables.
Beneficios
Con todo, el café también tiene sus beneficios. Éste libera dopamina y glutamina en el cerebro, que afectan positivamente el estado de ánimo y reducen el riesgo de depresión. Además, bloquea la molécula adenosina del cerebro, impidiéndonos sentir sueño.
Recientes estudios también han demostrado que la cafeína tiene la capacidad de mejorar nuestra memoria, aunque parece que estos efectos disminuyen en las personas muy enganchadas a el café.
Por otro lado, no relacionado con la cafeína, pero sí con el café, es que tiene una efecto laxante.
Todos estos efectos positivos desaparecen después de cinco o seis horas, aunque para muchos de nosotros es más rápido, por lo que necesitaremos antes una nueva taza de café y, por tanto, incrementaremos también la ingesta de cafeína.
Y recuerda, si tomas café con leche, mejor que sea de almendra o de avena, NO de vaca.
Siguiendo estas pautas, podréis disfrutar de todos los beneficios del café sin que os afecte negativamente.