Si lo pensamos bien, la mayoría de los ejercicios de pesas se realizan en el plano horizontal o vertical. Pero, ¿realmente hacemos estos movimientos en nuestra vida cotidiana? Nuestro entrenamiento debe ir orientado a cubrir nuestras exigencias funcionales diarias. Ya son muchas las personas que son conscientes de ello, por lo que el entrenamiento funcional se ha convertido en tendencia, colocándose entre los diez primeros puestos de las listas de la ACSM.
En la mayor parte de los gimnasios, se siguen prescribiendo ejercicios que proceden del culturismo, orientados a la hipertrofia, buscando ampliar fuerza y volumen muscular. Suelen ser ejercicios analíticos y guiados en el caso de las máquinas, lo que aporta muy poca psico-motricidad. Esto no está mal si tu objetivo es ése, pero si buscas salud, tal vez no sea lo más indicado para ti. Muchos de estos ejercicios se realizan en posiciones o rangos de movimiento que van a comprometer tu estructura, conseguirás músculos fuertes, pero poco funcionales.
Debemos entrenar los músculos para su función en base a cómo estamos diseñados, antes que entrenarlos para su acción. Este artículo te gustará
A veces el Entrenamiento Funcional se asocia erróneamente con la práctica de ejercicios no tradicionales, y poco seguros (con fitball, bosu, entrenamiento en suspensión y casi siempre todo junto montando un “circo”), pero no se trata de esto, sino de entrenarnos de tal forma que consigamos ser más eficientes en nuestro día a día. Párate a pensar por un momento en tu rutina diaria, ¿verdad que está repleta de giros, rotaciones y movimientos compuestos?, ¿por qué no ejercitarse con el objetivo de adquirir una condición física adecuada que nos ayude a realizarlos de la mejor manera posible?.
¿Sabes cuántas sentadillas realizamos a diario? Piensa cada vez que te sientas, te agachas a coger algo, te tumbas… ¿No será mejor aprender a reproducir este gesto de manera eficiente que sentarse en una máquina a ejecutar un movimiento mecánico y guiado que nada tiene que ver con nuestro día a día?
El hombre más vago el mundo, ¡realiza 100 sentadillas diarias!
“El día a día es la actividad física más agresiva y lesiva que existe, prepárate para hacerle frente de manera eficiente”
Teniendo en cuenta esto, el Entrenamiento Funcional es aquel en el que se entrenan movimientos aplicables no sólo al deporte, sino también a nuestras actividades cotidianas, realizando ejercicios multiarticulares e implicando a distintos grupos de músculos. Dichos ejercicios, además, se ejecutan en los tres planos del movimiento y siguiendo los patrones básicos de movimiento, tal y como lo hacemos a diario.
Estos movimientos parten siempre de nuestra sección media o core, por lo que es fundamental que la mantengamos en buena forma. Por otra parte, el core es responsable en gran medida de nuestro equilibrio y corrección postural. En general, todas las capacidades físicas básicas como la fuerza, la flexibilidad o la resistencia tienen el mismo interés dentro de un entrenamiento funcional, ya que mejorarlas nos ayudará a tener resultados más eficaces en nuestra vida cotidiana.
En cualquier caso, todo depende de cuál es nuestro objetivo a la hora de entrenar. Un ejercicio fundamentalmente analítico puede convertirse también en algo muy recomendable según nuestro objetivo, la fase de entrenamiento, la musculatura que necesitemos implicar… Pero no debemos olvidar combinar diferentes planos, patrones e integrar todo esto de una manera adecuada y saludable.
Para empezar un entrenamiento funcional, sólo tienes que reflexionar sobre cual es tu objetivo y acudir a un profesional del ejercicio físico como un entrenador personal. Te ayudará a planificar un entrenamiento acorde a tus necesidades y objetivos.
No existen entrenamientos malos, si no mal aplicados.
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