Cuando exponemos nuestra piel al sol, ésta responde a la agresión externa de las radiaciones solares con un bronceado. Por tanto, ponerse moreno no es tan bonito como creemos. De hecho, el sol es uno de los peores agentes cancerígenos.
Nunca debemos priorizar la belleza a la salud y se puede tomar el sol siendo conscientes de los riesgos que conlleva y tomando las precauciones oportunas:
- Ponernos siempre crema con protección solar: Debemos utilizar protectores solares no solo en la playa, sino siempre que vayamos a estar bajo el sol, ya sea en el campo, paseando o practicando algún deporte al aire libre.
No olvidemos cómo se aplican los protectores solares: La protección solar se pone media hora antes de exponernos al sol y no debemos prescindir de ella ni en días nublados ni debajo de la sombrilla, puesto que las radiaciones solares no desaparecen en estos casos.- No estemos mucho tiempo al sol: El sol en su justa medida es saludable. Siempre que no nos excedemos, podremos aprovecharnos de sus beneficios.
- Utilicemos la tecnología en nuestro favor: Existen apps móviles que informan sobre el nivel de radiación solar y su riesgos. ¿Por qué no usarlas para prevenir un daño innecesario?.
En la actualidad parece que está de moda lo de ponerse moreno, pero hubo otras épocas en que incluso estaba mal visto y lo socialmente aceptado era tener una piel lo más blanca posible. Esto es algo que aún sigue pasando en algunos lugares del mundo. ¿Por qué obsesionarse entonces con lucir un bronceado fuera de lo normal?. Tanto si os gusta broncearos como si no, siempre con sentido común y pensando en lo mejor para vuestra salud.
Nuestra salud siempre debe estar por encima de cualquier moda.