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La cirugía no es la única forma de tratar una hernia discal

Es necesario que sigamos desmontando mitos sobre el dolor de espalda. Si recientemente os hablaba de lo malo que es el reposo en estos casos, hoy os quiero explicar por qué a veces no es necesaria cirugía para tratar una hernia.

Las estadísticas nos dicen que un 30% de los individuos sanos tiene hernias discales, mientras que el 70% presentan protrusiones discales. Pero si no provocan dolor, no se consideran enfermedades,  En los casos en que sí produzcan molestias debemos tratarlos, pero realmente suponen el 5% de los casos de atención primaria y un 20% de las derivados a neurocirugía. Por lo general, un tratamiento conservador de 6 semanas es suficiente para eliminar el dolor. Pasado este tiempo si persiste, sí que es aconsejable intervenir quirúrgicamente.

Esto es lo que mantiene Francisco Kovacs, doctor en Medicina por la Universidad de Barcelona, director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE) y la Unidad de la Espalda Kovacs del Hospital Universitario Moncloa de Madrid. Sus investigaciones le han llevado a confirmar que es necesario operar una hernia discal, cuando causa el síndrome de cola de caballo y se pierde el control del esfínter. Esto solo le ocurre a 1 de cada 700.000 afectados.

El doctor explica en el vídeo que un disco invertebral tiene una consistencia algo mayor a un huevo. Si usamos esta comparación, el disco invertebral se compondría de una cáscara y un yema gelatinosa. En una protusión discal la yema impacta con la cáscara y la deforma, mientras que en la hernia discal la cáscara se abre dejando salir la yema al exterior. Aunque parezcan dos casos muy graves, solo causan problemas si irritan y comprimen la raíz nerviosa, provocando dolor o pérdida de fuerza a lo largo de todo el nervio y llegando al brazo y/o pierna. Si el dolor es localizado en la zona lumbar, no se puede asegurar que la causa sea la hernia.

Por otro lado, estudios recientes han demostrado que es similar la calidad de vida de pacientes operados y no operados. La única diferencia es que el dolor desaparece más rápido, pero la recuperación de una cirugía siempre es más complicada.

En definitiva, una vez recuperados de una hernia discal, se puede hacer vida normal y nunca debemos dejar de practicar ejercicio físico.

Fuente: El País

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