Sí, habéis leído bien. Un estudio reciente ha revelado que el colesterol puede influir en la recuperación de la memoria, pero no se trata del colesterol que estáis pensando. Un alto contenido de colesterol malo en sangre nos puede provocar enfermedades cardiovasculares e infartos, pero es nuestro propio cerebro que genera un colesterol propio que resulta fundamental para conservar nuestras neuronas sanas.
Las estadísticas hablan por sí solas: 1 de cada 3 individuos padecerá demencia. El envejecimiento es el causante de esta pérdida gradual de nuestra memoria, ya que con el transcurrir de los años vamos acumulando alteraciones en el encéfalo. Un ejemplo de ello es la muerte de las neuronas que origina el alzhéimer. Es el tipo de demencia más habitual, pero quizá ahora no sea tan difícil combatirla.
¿Cómo actúa el colesterol en nuestra memoria?
Cuando se genera un recuerdo, nuestras neuronas activan unos genes concretos y para fijarlo tienen que disponer de suficiente colesterol en el exterior de su membrana. De esta manera, actúa como el transmisor que envía esas señales externas a los genes, pero los niveles de colesterol en el encéfalo van disminuyendo con la edad.
Sin embargo, estos investigadores han dado un paso en la mejoría de la memoria de nuestros mayores: han comprobado como roedores ancianos que recuperaban su memoria, administrándoles un fármaco que evita la pérdida de colesterol en el encéfalo.
¿Se puede prevenir la pérdida de memoria?
En un anterior artículo, ya os he explicado cómo el ejercicio puede ayudarnos a prevenir el alzhéimer. De hecho, cuanto antes empecemos a practicar una actividad física, mayores serán los beneficios a largo plazo. Siempre es mejor prevenir un problema que tener que buscar la solución a él. Con el alzhéimer también se cumple esta regla.
El colesterol que produce nuestro cerebro nos ayuda a mantener una memoria sana.