Existen estudios que han demostrado que los hábitos sedentarios prolongados en el tiempo, como estar sentado, pueden ser factores de riesgo cardiometabólico y una causa de mortalidad. Sin embargo, si interrumpimos dicha inactividad frecuentemente, nuestro perfil metabólico mejorará. Al respecto de esto, no se encuentra una unanimidad en relación al tipo de actividad, intensidad, frecuencia y tiempo que de debemos aplicar en esas interrupciones.
Las últimas investigaciones reflejaron que en individuos con comportamientos sedentarios o patologías metabólicas, un ejercicio físico ligero favorece considerablemente su perfil cardiometabólico. Por el contrario, en aquellos con un alto nivel de ejercicio diario, dichas interrupciones debían ser más intensas o con mayor actividad.
En un artículo anterior, ya os hablé de que sentarse es una posición biomecánicamente lesiva, que se agrava si lo hacemos durante horas. Nuestro cuerpo está diseñado para permanecer de pie de forma habitual. Por tanto, debemos levantarnos cada hora mínimo unos segundos, pero nos beneficiará mucho más si además realizamos alguna actividad como alzar los brazos, hacer sentadillas, subir dos tramos de escaleras, etcétera.
No te olvides de un hábito tan saludable como sencillo: permanecer de pie.