Saltar al contenido

¿Cómo es una prueba de esfuerzo?

prueda de esfuerzo

Correr solo tiene que ser significado de salud, por eso debemos evitar riesgos. Esta actividad física expone nuestro cuerpo a un esfuerzo extra y no es suficiente con conseguir nuestros mejores tiempos en un entrenamiento, para saber si nuestro estado físico es el adecuado de cara a una competición. Controlar nuestra frecuencia cardíaca, comprobar que no existen lesiones y hacer análisis de sangre, es lo mínimo que debemos hacer. Pero no llega, si convertimos las carreras en nuestro estilo de vida. En Francia, por ejemplo, es obligatorio presentar un certificado médico para participar en cualquiera competición.

Si no somos corredores de largas distancias, es aconsejable realizar una prueba de esfuerzo cada dos años, pero si estáis preparando un maratón pasa a ser prácticamente obligatorio. ¿Cómo es una prueba de esfuerzo?. Os lo explico a continuación:


  1. Examen de nuestra estructura corporal: 
    Consiste en comprobar la alineación de la espalda y caderas, además de la flexibilidad de nuestras articulaciones. El objetivo es determinar si existen lesiones o si es posible que aparezcan.
  2. Exploración de nuestros pies y pisada: Especialmente necesario si desconocemos cómo impactan nuestros pies contra el suelo. De esta manera, podremos prevenir lesiones eligiendo nuestras zapatillas en función de nuestras características personales.
  3. Test de fuerza y flexibilidad: Es una prueba sencilla en la que se mide la tensión de los músculos y su flexibilidad, para ver si contamos con alguna deficiencia.
  4. Auscultación: El médico examina nuestros pulmones y corazón con un fonendoscopio y nos realiza un electrocardiograma.
  5. Medidas antropomórficas: Son necesarias para completar nuestro historial como paciente.
  6. Espirometría: Esta prueba sirve para medir nuestros gases y capacidad pulmonar cuando estamos parados.
  7. El test de esfuerzo: En ella debemos correr con una máscara para que controle nuestro consumo de gases. Empezamos andando a 6km/h y aumentamos el ritmo cada minuto hasta que el médico lo considere oportuno. De esta manera, se obtienen datos sobre nuestro consumo de O2, pulso y ritmo, además de otras pistas para enfocar nuestro entrenamiento aeróbico y anaeróbico.

Al final de todo este proceso, el médico nos podrá indicar cuáles son nuestras zonas de entrenamientos más adecuadas y con qué pulsaciones debemos trabajar. De esta manera, por 100-180 euros que cuesta una prueba de esfuerzo, tendremos la tranquilidad de que estamos lo suficiente sanos para correr sin problemas.

Da igual el nivel que tengamos, añadir una prueba de esfuerzo en nuestro plan de entrenamiento es una de las mejores inversiones que podemos hacer para nuestra salud.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: David García Oterino.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a http://1and1.es que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad