Las malas prácticas en el gimnasio, pero también en el trabajo, pueden causarnos lesiones que en la mayoría de los casos se relacionan con un aumento de peso.
Según estudios recientes, un 14% de los lesionados notan un incremento significativo de su peso corporal después de un año. La principal causa de esto es el dolor, ya que nos dificulta realizar las mismas actividades diarias de forma normal. Tanto es así, que podemos llegar a pesar un 7% más de lo habitual.
Nuestro aspecto psicológico también influye, puesto que con una actitud positiva conseguiremos una recuperación más rápida que si perdemos la paciencia. Con ansiedad también comemos más y si no ponemos de nuestra parte para curarnos, esto constituirá un proceso más lento, en el que iremos ganando peso.
Claves para no ganar peso cuando nos lesionamos
- Voluntad: No hay excusa para no hacer los ejercicios que os recomiende vuestro médico. Es la única manera de que os recuperéis de forma correcta.
- Ánimo: Las instrucciones verbales a vosotros mismos como “aguanta” o “un poco más” durante la ejecución de vuestros ejercicios, os ayudan a levantar vuestro ánimo y a a prestar atención a la técnica.
- Creatividad: Debéis utilizar vuestro ingenio para que no os resulte complicado seguir comiendo de forma saludable. Además, nuestros tejidos necesitan mucha proteína para regenerarse. Incluid al menos 10 gr de proteína en cada comida y así también evitareis picar entre horas, al sentiros saciados.