La siesta no es solo algo que inventamos los españoles para holgazanear, sino que se trata de una costumbre muy saludable con más beneficios de los que creemos.
Algunos estudios han demostrado que una siesta controlada mejora no solo nuestro rendimiento laboral, sino también nuestra salud. Además, una siesta de 40-60 minutos también puede favorecer nuestra función cognitiva.
Sin embargo, no existen casi estudios que comprueben sus efectos en el rendimiento de deportistas. Solo recientemente se ha publicado un estudio con los resultados de una siesta de 20 minuto postprandial en el rendimiento de un ejercicio posterior de un grupo de atletas (2 test de Wingate separados por 2 horas). Éstos reflejaron que la siesta no cambió ni su rendimiento ni su arquitectura del sueño en general.
En definitiva, los resultados de este estudio parecen anticiparnos que el rendimiento físico, intenso y de corta duración no se ve afectado por la siesta, aunque quizá no sean aplicables a toda persona y actividad física. Tendremos que esperar a otros estudios para poder llegar a conclusiones más concretas.