Todos somos diferentes anatómicamente, sobre todo si hablamos de la cadera, y la altura también es un factor determinante en la técnica de nuestros ejercicios. Estas diferencias influyen en el diseño de nuestro entrenamiento personal, que debe estar pensado para cubrir todas nuestras necesidades particulares. Por eso, debemos ejecutar cada uno de los ejercicios que incluya, adaptándolos a nuestra anatomía, mecánica y coordinación.
Para una persona muy alta, por ejemplo, entrenar realizando un peso muerto puede ser más incómodo que para una persona con menos altura. Permanecer en la posición adecuada para levantar una barra del suelo puede resultar muy complicado. ¿Qué podemos hacer en su lugar? Debemos ejecutarlo con una posición diferente de pies y no es necesario hacerlo desde el suelo.
Nuestro peso muerto está vinculado con la longitud de nuestros miembros y la movilidad de nuestra cadera. Para una persona que mide más 1,80 m lo recomendable es abrir las piernas para facilitar la flexión de su cadera. Así, la barra se sitúa en una posición más alta y cercana.
De esta manera, se sigue trabajando el mismo patrón de movimiento de la cadera, pero adaptándolo a la condición física de cada persona.
Con nuestros entrenadores personales de Centro de Entrenamiento Personal DGO en Vigo, podéis entrenar con la tranquilidad de realizar cualquier ejercicio de forma totalmente adaptada a vuestras particularidades.