En natación lo fundamental no es la fuerza, sino aprender a colocar nuestro cuerpo para disminuir la resistencia al nadar y hacerlo correctamente. Por tanto, si deseamos conseguir mejores resultados al nadar, debemos prestarle especial atención a esto.
Tipos de resistencia al nadar
La resistencia es el conjunto de fuerzas contrarias a nuestro movimiento. En natación puede ser de diferentes tipos dependiendo de dónde esté su origen:
- Resistencia por la forma de nuestro cuerpo: La forma del cuerpo humano genera más resistencia en el agua que la de un delfín, siendo este mamífero más rápido.
- Resistencia por fricción: Es la que produce nuestra piel y pelo contra el agua. Por eso, los nadadores de competición se depilan el vello corporal.
- Resistencia por succión. También la crea nuestra forma del cuerpo, pero se origina justo detrás de los pies del nadador, tirando hacia atrás.
- Resistencia por velocidad. Si R = K x V2 en física, la resistencia aumenta al cuadrado a medida que incrementamos nuestra velocidad. De esta manera, si nadamos muy rápido tenemos que superar más más resistencia que si somos más lentos.
- Resistencia por oleaje. El sitio donde nademos es determinante en cuanto a la resistencia. En el mar siempre experimentaremos más resistencia que en una piscina.
3 ejercicios para vencer la resistencia al nadar
Ahora que sabemos qué puede causar resistencia al nadar, podemos entrenarnos para disminuirla en aquellos casos que dependan de nosotros, ya que la resistencia por velocidad es inevitable. Sí podemos reducir la resistencia que ofrece nuestra forma del cuerpo.
Para ello, debemos ser totalmente conscientes de nuestra postura y mejorarla. La mejor forma es con la técnica de contrastes. Se trata primero de ejecutar mal 3 fáciles ejercicios, para después realizarlos nadando correctamente:
1. Diferencia entre cabeza levantada y dentro del agua con tabla: Al elevar la cabeza, nuestra cadera y piernas se hunden, y sobrecargarmos el cuello. Por el contrario, si metemos la cabeza dentro del agua, nuestro cuerpo está más alineado con la superficie del agua y tanto la cadera como las piernas no se hunden tanto.
2. Diferencia entre cabeza levantada y dentro del agua sin tabla: Consiste en repetir el ejercicio anterior, pero sin tabla, lo que supone una mayor dificultad. De esta manera, comprobaremos como la colocación de la cabeza es esencial para desplazarnos y soportar la intensidad de este ejercicio.
3. Diferencia entre nadar con cabeza levanta o dentro del agua: Como en los ejercicios anteriores, si elevamos la cabeza al nadar, la cadera y las piernas se hunden en contra de la dirección de nuestro desplazamiento. Al introducir la cabeza en el agua, disminuimos dicha resistencia.
Al nadar, debemos mejorar la colocación de nuestro cuerpo para reducir la resistencia que el agua imprime a nuestro movimiento. Pero ya sabéis, antes de empezar cualquier tipo de entrenamiento, no olvidéis consultarlo con vuestro entrenador personal de Centro de Entrenamiento Personal DGO en Vigo.