Ahora en invierno puede resultar poco apetecible ducharse con agua fría, pero en cuanto conozcáis los beneficios que nos aporta una ducha de estas características, no lo vais a dudar.
Aunque un baño caliente resulta una opción adecuada para relajarse tras un día ajetreado, es necesario que seamos conscientes de los efectos positivos que ducharnos con agua fría tiene sobre nuestra salud. Solo es necesario introducirla poco a poco, para acostumbrarnos gradualmente y que no suponga una tortura.
Beneficios de ducharse con agua fría
Mejora la circulación: Nuestro cuerpo responde al agua fría llevando más sangre a los órganos y tejidos.- Favorece la hidratación de la piel: Mientras que el agua caliente quita la grasa que se sitúa naturalmente en la epidermis, resecando nuestra piel, el agua fría la regenera y le aporta un brillo natural.
- Aumenta nuestra energía: El agua fría consigue eliminar la fatiga y nos reactiva, haciéndonos sentir como nuevos.
- Fortalece nuestro sistema inmunológico: Con el agua fría nuestro organismo estimula su metabolismo y, por tanto, también su sistema inmunológico. Esto puede resultar muy útil tanto para prevenir como combatir infecciones provocadas por virus.
- Aumenta la fertilidad: Si las temperaturas altas influyen en la producción de esperma, tanto en su cantidad como en su calidad, es evidente que ducharnos con agua muy caliente podría afectarle negativamente.
- Combate la depresión: El agua fría favorece la producción de noradrenalinan en el cerebro, una sustancia que nos provoca sensación de bienestar.
Sin embargo, antes de ducharnos con agua fría habitualmente, es necesario consultar nuestro caso a un experto de la Salud, especialmente si tenemos problemas cardiovasculares, fiebre o si estáis embarazadas.
Ducharse con agua fría es otro hábito saludable que podemos incorporar fácilmente en nuestro día a día.