El músculo transverso del abdomen es aquel que cubre la columna vertebral hasta la línea alba para estabilizar nuestra postura y proteger la zona lumbar, es la «faja natural» que recoge nuestras vísceras. No es fácil localizarlo al encontrarse en una zona interna, por debajo del músculo oblicuo interno. Para ello, es mejor tumbarse boca arriba con las rodillas flexionadas, colocar los dedos al lado de las crestas ilíacas (como en la foto de arriba) y sentir la zona que se contrae al respirar. Tratándose también de un músculo exhalador, sentiremos la activación del transverso del abdomen con solo expulsar el aire de todo
Los ejercicios de contracción isométrica ayudan a trabajar el transverso abdominal y contribuir a su tonificación. Podemos realizar desde un puente abdominal o estabilización horizontal hasta un puente lateral y sus variantes. Por ejemplo, añadiendo movimiento para incidir en mayor o menor medida en otro tipo de músculos abdominales.
Pero recuerda que debes pre-activar tu transvers.
También existen otros ejercicios más complejos que se practican sobre una superficie inestable como el bosu, pudiendo aumentar la intensidad reduciendo los puntos de apoyo. Solo tenemos que elevar un pie para dejar el cuerpo alineado mediante el apoyo de antebrazos y un sólo pie simultáneamente.
De esta manera, podremos trabajar el transverso del abdomen, un músculo tan oculto como importante de la zona media, al mismo tiempo que contraemos el recto mayor del abdomen y los oblicuos.
Antes de pensar en el famoso «six pack» o tableta de chocolate, comienza por activar correctamente el transverso abdominal, ¡comienza a preparar la pizza por la base!