Esa sensación, tan familiar y especialmente dolorosa, de que el gemelo se nos desplaza hacia arriba, no es más que un agarrotamiento de este músculo en cuestión. Por lo general, se produce cuando dormimos, corremos o nadamos. Pero, ¿por qué nos ocurre?. Y, sobre todo, ¿cómo podemos evitar el agarrotamiento de los gemelos?.
Cuando esto nos sucede notamos un dolor muy intenso que nos paraliza. Lo que está pasando es que tenemos agarrotados los gemelos debido a un exceso de tensión en la zona, que nos mantiene rígidos los tendones y fibras musculares. Esta parte del cuerpo también necesita un adecuado descanso.
Nuestras piernas y, en particular, nuestros gemelos, se sobrecargan a lo largo del día. Éstos están trabajando todo el tiempo al estar de pie, caminar, correr, etcétera. Se tratan de unos músculos pequeños a los que el exceso de tensión les afecta con facilidad. Por tanto, un correcto cuidado de los gemelos es fundamental para evitar que se nos agarroten. Mantener una musculatura descansada y sana en esta zona, se consigue con 3 sencillos gestos:
- Estiramientos: Es suficiente con 10 minutos de estiramientos al día para aliviar tensiones en los gemelos, o masajear la planta de los pies con una pelota
- El descanso: La mejor manera de descansar esta parte del cuerpo es manteniendo nuestras piernas en alto cuando estamos relajados. Aprovechad a hacerlos cuando estéis viendo la televisión o leyendo.
- La alimentación: Muchos agarrotamientos de los gemelos los provoca la falta de ciertos nutrientes y sales minerales. Es fundamental hidratarnos bien y consumir alimentos ricos en minerales como legumbres, verduras, frutas, frutos secos, etcétera.
Aunque por lo general se asocian los calambres y dolores musculares al exceso de deporte, nunca estamos exentos de ellos y nuestra simple rutina diaria puede afectarnos. Nuestros músculos también se merecen un debido descanso.
Es fácil mantener unos gemelos sanos con un correcto descanso, pero como todo, ¡sin excesos!