Puede ocurrir que sintamos dolores que no conseguimos aliviar ni siquiera tras probar diferentes tipos de tratamientos. Éstos son los denominados dolores hipóxicos y se producen por falta de oxígeno, de manera que se caracterizan por los siguientes síntomas:
- Lo sufrimos por la noche o al realizar los primeros movimientos de la mañana.
- Se trata de un dolor difuso.
- Se desarrolla de manera progresiva.
- Con un ligero movimiento sentimos alivio debido a un incremento de la oxigenación en la zona afectada.
- Por el contrario, el exceso de movimiento nos hace empeorar al superar la capacidad de carga.
- No mejoramos con antiinflamatorios.
- La presión y el masaje nos alivia, pero solo a corto plazo.
- El trabajo activo (excéntricos, readaptación al esfuerzo, etcétera) es la única solución.
Esto se debe a que existe una relación muy estrecha entre nuestros órganos y nuestro tejido músculo-esquelético. Por ejemplo, cuando nuestro hígado no cumple su función detoxificadora, puede producir dolor en el brazo derecho. Esto ocurre porque la información vegetativa del hígado alcanza el nivel medular T4-T7, donde se dan las señales nerviosas del brazo derecho. Por otro lado, cuando el sistema nervioso recibe una señal de estrés, la respuesta inicial que se produce es una vasodilatación para que llegue más sangre y oxígeno a la zona.
Sin embargo, si esa situación se alarga en el caso del hígado, acabará derivando en una vasoconstricción con los siguientes síntomas:
- Boca pastosa
- Mala calidad de la piel, cabello y uñas
- Dolor al tacto en el hombro
- Fibrosis de los tendones y articulaciones en esta zona
Por eso, ante un dolor hipóxico hay que identificar el órgano que lo está causando, para adoptar una adecuada alimentación, hidratación y actividad física. A continuación, os destaco las principales relaciones:
- Corazón: zona izquierda de la espalda y brazo izquierdo
- Estómago: zona izquierda cervical y de la espalda
- Intestino delgado: zona lumbar y glútea y parte externa de los muslos
- Riñones: plantas de los pies, gemelos, parte externa de las rodillas y caderas
- Hígado y vesícula: zona derecha cervical, abdominal y de la espalda y brazo derecho
- Genitales: zona lumbo-sacra, caderas y parte interna de las rodillas
Si tenemos un dolor muscular o articular que no se soluciona, debemos revisar nuestros órganos.
¿quien o que profesional trata este tipo de patologias?