El esguince de tobillo es la lesión más común que se produce no sólo haciendo ejercicio, sino también en cualquier situación cotidiana, pero en la mayoría de los casos no se le aplica un correcto tratamiento.
Si tenemos en cuenta que un esguince es una lesión que afecta a los ligamentos que limitan y dirigen el movimiento de una articulación, un esguince de tobillo es el estiramiento o rotura de las fibras que forman los ligamentos de esta zona del cuerpo. Un ligamento se puede romper siempre que se realice un movimiento brusco o con una mayor amplitud de lo normal. Por eso, el esguince del lado externo del tobillo es el que se produce con más frecuencia.
Además, un esguince de tobillo se puede clasificar según el número de ligamentos afectados, pero si tomamos la gravedad de la lesión como medida, existen varios tipos:
- El ligamento se estira, pero se rompen fibras
- Rotura parcial de fibras
- Rotura completa de fibras
En cualquiera de estos tres casos es fundamental hacer una adecuada recuperación, por lo que va a ser determinante empezar por un correcto diagnóstico. ¿Por qué digo esto? Porque los esguinces de tobillo graves suelen doler menos que los más leves y es fácil caer en el error de pensar justo lo contrario. Es la dificultad o imposibilidad de caminar lo que determinará la gravedad de la lesión.
En caso de que exista dolor, existen técnicas como RICE (reposo-hielo-compresión-elevación) que permiten reducirlo junto a la inflamación y preparan la zona para su futura recuperación.
Pero, si lo que queremos es una rápida vuelta a la actividad y evitar recaídas, tendremos posteriormente que llevar a cabo un entrenamiento con ejercicios específicos para este tipo de lesión. La recuperación de un esguince de tobillo consiste en ejercicios propioceptivos y de reacondicionamiento muscular, que consiguen que el tobillo responda mejor a estímulos parecidos a los que causaron el esguince.
Además, debemos hacer una Valoración Funcional de la persona, para ver si existen patrones de movimiento incorrectos, o eslabones débiles que de no ser reprogramados, aumentan el riesgo de recaída. Analicemos el origen de la lesión
Si quieres acceder al vídeo sobre ejercicios de recuperación de un esguince de tobillo, pincha aquí.