Ciertos alimentos como el pescado o algunas verduras pueden resultar caros, pero solo es cuestión de seguir unas pautas, para que comer bien no sea una asignatura pendiente. Si creéis que mantener una alimentación adecuada no es para todos los bolsillos, hoy os dejo unos trucos con lo que podréis empezar a comer de forma saludable sin gastar mucho dinero.
Organizad vuestras comidas
Programando bien vuestras comidas, no solo evitaréis tirar comida a la basura, sino también despilfarrar dinero. Si hacéis una planificación de lo que comeréis a lo largo de la semana, conseguiréis luchar contra las tentaciones, especialmente en las momentos en que lleguéis cansados a casa. Si disponéis en casa de ingredientes para preparar fácil y rápidamente una ensalada completa, evitaréis recurrir a los poco saludables platos precocinados.
Escribid siempre una lista de la compra
Se trata de traducir la planificación anterior en una lista de la compra y basarse en ella cuando visitéis el supermercado. Con esto conseguiréis comprar lo que necesitáis exactamente y evitaréis pagar de más.
No compréis nunca con hambre
Estudios recientes dejaron de manifiesto que se compra más compulsivamente con hambre, mientras que se gasta un 64% menos con el estómago lleno. Por eso, si vais a comprar hambrientos, tened en cuenta que corréis el riesgo de obviar vuestra lista de la compra y adquirir productos poco saludables que no necesitáis.
Olvidaos de los productos procesados
El primer paso para mantener una alimentación sana, es que eliminéis este tipo de productos de vuestra cesta de la compra, ya que solo aportan grasas saturadas y azúcares. Pero este gesto no solo beneficia a vuestra salud, si no también a vuestro bolsillo. Por lo general, uno no es consciente del dinero que se gasta en productos como refrescos o snacks.
Elegid alimentos de temporada
Adquirir alimentos de temporada suelen ser una buena opción para comer sano, ya que contienen más propiedades nutritivas que el resto. Además, si provienen de la zona donde vivimos, suelen ser más baratos, puesto que el transporte y almacenamiento encarecen a este tipo de productos.
Alternad la carne con otro tipo de proteína
Algunos cortes de carne pueden resultar caros, por lo que sustituirlos por otro tipo de proteína como las proteínas vegetales, es una alternativa muy aconsejable. Por ejemplo, los garbanzos los podéis emplear en guisos, pero también en ensaladas e incluso en hamburguesas vegetales. Los limites solo los ponéis vosotros.
Comed en casa
Comer en casa es más económico que hacerlo fuera y es la única forma de que sepáis exactamente cómo están hechos vuestros platos. Así, conseguiréis controlar mejor el exceso de grasa y sal en vuestras comidas. Por otro lado, si vuestra jornada laboral no os permite ir a casa, preparar un tupper es una buena opción.
No tiréis las sobras
De hecho, podéis cocinar de más para que un mismo plato os sirva para comer varios días. Solo tenéis que congelarlo y no te tendréis que pasaros todo el tiempo en la cocina.
Comer sano está al alcance de todos los bolsillos. Solo tenemos que poner de nuestra parte.