Si sufrís molestias musculares, estaréis deseando que desaparezcan lo antes posible, sin embargo, las últimas investigaciones sobre el cerebro nos indican que necesitamos más tiempo para recuperarnos de ellas. El dolor puede deberse a muchos motivos que puede diagnosticar un médico o profesional de la salud, pero existen estudios que relacionan este tipo de dolores con dificultades en la representación de los músculos por parte del cerebro. En este caso, el entrenamiento nos ayuda a enseñar a nuestro cerebro a mejorar los “músculos borrosos”.
Actualmente queremos resultados rápidos en todos los ámbitos, por lo que en cuanto a problemas musculares causados por inactividad física es habitual “auto-medicarnos” con cremas o pastillas, obviando el entrenamiento. Esto es un grave error. Son necesarias varias semanas de entrenamiento para fijar una representación muscular mayor en el cerebro, pero como resultado mejoraremos nuestra función muscular y reduciremos el dolor derivado de los problemas de control motor.
Los mapas cerebrales no son fijos, dependen de su uso. Cuando retomamos un deporte, hemos perdido habilidades y fuerza, pero después un tiempo entrenando las fuimos recuperando. Tanto si llevamos un estilo de vida sedentario como deportista, seguramente evitamos realizar un mayor número de ejercicios o movimientos porque nos duelen. La consecuencia es que nuestro cerebro progresivamente irá olvidando algunos de nuestros músculos implicados en ellos y nos avisa a través del dolor muscular.
Ya se trate de un entrenamiento personal, Pilates o Técnicas de Activación Muscular, es necesario constancia. Nuestro sistema nervioso necesita que lo “nutramos” regularmente con ejercicios que mejoren o mantengan la representación de nuestros músculos.
Tanto si lleváis muchos años sin entrenar como si no, es aconsejable que os asesoréis por un entrenador personal o un profesional de la actividad física, que os ayude a elegir los estímulos de entrenamiento en función de vuestras necesidades particulares.