El desayuno se convierte en un elemento fundamental en cualquier carrera, ya que por lo general las competiciones tienen lugar por la mañana. Por tanto, debemos tratar que esta comida sea una ayuda, no un obstáculo.
Es conveniente no tomar algo que no hayamos probado anteriormente, ya que no sabemos si nos va a sentar bien. La norma es hacer el desayuno de siempre, pero en menor cantidad, para que
la activación al correr o incluso el nerviosismo no dificulte nuestra digestión y así no sentirnos pesados. Además, si desayunamos al menos 3 horas antes de competir, tendremos la seguridad de que hemos hecho la digestión. Esto no quita que debamos hidratarnos en pequeñas cantidades y cada 15 minutos hasta media hora antes de empezar. Por otro lado, la recarga de glucógeno se debe hacer en la comida y cena del día anterior, completándola solamente en el momento de desayunar.
En definitiva, son 5 normas las que debe cumplir el desayuno previo a una competición:
- El desayuno también se entrena: Desayunad lo mismo en los entrenamientos que lo que vayáis tomar el día de la competición.
- La improvisación es mala: No es el momento adecuado para que probéis cosas nuevas.
- No tengáis prisa: Desayunad con tiempo y poco a poco.
- Id mentalizándoos: Es un buen momento para la visualización deportiva y repasar la carrera y sus puntos importantes.
- Disfrutad el momento: No tiene sentido el esfuerzo, si no os hace feliz.
Un adecuado desayuno resulta una notable ayuda a la hora de competir.