Existe un gran debate acerca de si entrenar en ayunas es bueno para nuestra salud, equiparándose el número de personas tanto a favor como en contra. Por otro lado, se cree que hacerlo en ayunas ayuda a quemar más grasa, porque implica el uso de lípidos como fuente de energía, pero también se mantiene la idea que entrenar sin haber roto el ayuno nocturno podría llevarnos al catabolismo y, por tanto, a la pérdida de músculo. ¿Queréis saber lo que opina la ciencia?
Un estudio reflejó que después de 12 horas de ayuno, el entrenamiento a baja intensidad (hasta 40% VO2) provocaba una mayor oxidación de lípidos, especialmente en los atletas. Sin embargo, cuando la intensidad aumentó, no se empleaban más grasas como fuente de energía.
Del mismo modo, se obtuvieron resultados similares tanto al entrenar a alta intensidad en ayunas como habiendo comido previamente, y también en la oxidación de lípidos. Por lo general, se suele entrenar a intensidades elevadas, así que todo parece indicar que el ayuno no serviría para quemar más grasa.
Otro estudio más reciente, en individuos con una dieta hipercalórica, demostró que entrenar en ayunas permite mantener el peso y mejorar la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina. Por el contrario, comer carbohidratos antes o durante el ejercicio resultó no dar el mismo efecto.
En definitiva, entrenar en ayunas podría ser aconsejable si buscamos cambios metabólicos importantes o adaptaciones en la resistencia y estado físico, siempre que estemos bien entrenados. De hecho, no resultaría adecuado en principiantes o aquellos que vayan a realizar un entrenamiento de larga duración.
¿Vosotros qué opináis?. ¿Entrenáis en ayunas?.
Además, si quieres entrenar en ayunas, no llega sólo con no desayunar, si no que debes abstenerte de cenar hidratos. Esto conlleva una bajada de rendimiento importante.
¿Bueno o malo? Depende el objetivo. Pon en la balanza…