Ya sabemos que los excesos son malos y este caso no iba a ser una excepción.Si solo nos alimentamos con alimentos que consideramos “sanos”, seguramente no le estemos dando a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita.
Aunque uno de las peores enfermedades de la sociedad sea la obesidad y resulte toda una proeza adquirir productos que no estén procesados, esto no justifica que nos obsesionemos con comer lo más sano posible. Esta obsesión por la comida sana se llama ortorexia y se trata de un trastorno alimentario que cuenta cada vez con más adeptos.
¿Cuáles son sus efectos negativos?
Quizá os parezca poco importante esta obsesión por comer sano y alguno incluso podría pensar que siempre es mejor que comer mal. Sin embargo, esta rutina alimenticia puede causar a largo plazo:
- Hipervitaminosis o hipovitaminosis
Hipotensión- Osteoporosis
- Ansiedad y depresión
Siempre os recomiendo prevenir antes que lamentar, así como mantener hábitos saludables en todos los aspectos de nuestra vida, también en lo que se refiere a alimentación. Debemos volver a comer alimentos naturales, de temporada y de proximidad, pero siendo conscientes que no vamos a poder controlar todo lo que hay detrás hasta que llegan a nuestro plato.
¿Qué debemos hacer?
El quid de la cuestión está en seguir una dieta equilibrada, que nunca nos limite hasta el punto de condicionar nuestra vida. Recordad que está permitido de vez en cuando premiarnos con algún capricho y que nuestro cuerpo dispone de sistemas de depuración con los que podemos eliminar sustancias perjudiciales para nuestra salud.
Si tenéis alguna duda de cómo mantener una dieta diaria equilibrada, es conveniente que consultéis a un médico, nutricionista o cualquier otro profesional especializado en la materia.