El perejil es un condimento muy habitual en nuestra cocina, presente sobre todo en platos elaborados con carnes y pescados. Sin embargo, desconocemos que también aporta muchos beneficios a nuestra salud, por eso en los países asiáticos se utiliza también de forma medicinal.
El perejil, además de añadirlo a la comida, también se puede tomar en infusión. Con este sencillo gesto podemos ayudar a mejorar las funciones de nuestros órganos vitales, así como prevenir muchas enfermedades.
Beneficios del perejil
El perejil tiene poderosas propiedades diuréticas, por lo que consumirlo regularmente puede mejorar el funcionamiento de nuestro sistema renal, evitando la formación de cálculos o reduciendo los ya existentes. Así mismo, nos ayuda a controlar la retención de líquidos.
También presenta propiedades antiespasmódicas, por lo que el perejil se considera un buen remedio contra calambres, cólicos y dolores estomacales, así como otros malestares del sistema digestivo.
Además, el perejil nos ofrece un alto contenido de vitaminas y minerales esenciales, por lo que sus vitaminas A, B, C, D y E, hierro, magnesio, fósforo, zinc y azufre se pueden emplear para suplementar deficiencias nutricionales en niños o adolescentes.
De esta manera, al ser rico en vitamina D y calcio, se convierte en un complemento ideal para fortalecer nuestro sistema óseo y un excelente tratamiento de la artritis o la osteoporosis.
Por otro lado, el hierro y zinc purifican la sangre y fortalecen los glóbulos rojos, así que también podemos usar el perejil para tratar la anemia o la anorexia.
En general, su alto contenido en minerales lo convierten en un poderoso antioxidante, permitiéndonos retrasar el envejecimiento y mejorar nuestro sistema inmunológico.
El perejil puede ser mucho más beneficioso de lo que pensamos. Debemos hacer de su consumo un hábito diario, para mantener nuestro cuerpo sano.