En un anterior artículo ya os he hablado de los pros y contras del CrossFit. Hoy quiero profundizar más en las principales causas de lesión en este deporte y cómo evitarlas.
Si practicamos CrossFit con un mal patrón de movimiento, escasa flexibilidad y una errónea adaptación y dosificación de los ejercicios, podemos lesionarnos. Aunque se trate de un entrenamiento funcional, el CrossFit implica ciertos riesgos, si no tenemos cuidado. Esto se debe a que incluye ejercicios de alta intensidad como la carga de grandes pesos en distancias largas y en poco tiempo. Por eso, la lesiones más habituales son distensión de ligamentos, rotura de fibras, contracturas, fracturas, estrés oxidativo, etcétera. Éstas se pueden dar en hombros, zona lumbar, rodillas o muñecas y es que debemos tener en cuenta que la fatiga inmediata que generan este tipo de ejercicios, provocan que el entrenamiento continúe con una técnica más deficiente y menor seguridad.
Cuál es la forma adecuada de practicar CrossFit
Las estadísticas hablan por sí solas un 75% de las personas que han practicado CrossFit ha sufrido una lesión y el 7% incluso ha tenido que pasar por una intervención quirúrgica. Por tanto, si queremos practicar esta modalidad deportiva de forma segura, debemos tener en cuenta estas 10 pautas:
Realizar un chequeo médico, para comprobar que tenemos el estado físico necesario para el desarrollo de esta actividad.- Consultar a un entrenador personal si es aconsejable practicarlo, en función de los objetivos que se quieren alcanzar.
- Acondicionar previamente nuestros músculos, para evitar las posibles lesiones.
- Empezar con entrenamientos de baja a media intensidad los meses anteriores.
- Aprender la correcta mecánica de cada movimiento a través de un entrenador personal.
- Adaptar la intensidad de los ejercicios a nuestra condición física, puesto que no soportamos cargas de la misma manera.
- Permanecer al lado del entrenador personal hasta tener el control de cada ejercicio.
- Prestar atención a nuestra técnica durante la ejecución.
- Corregir los malos hábitos que puedan generar lesiones a posteriori.
- Cuidar nuestra nutrición, disminuyendo el consumo de productores de insulina como carbohidratos y grasas.
Debemos tener en cuenta que con el CrossFit no se pueden alcanzar resultados inmediatos. Para practicarlo de forma segura, debemos marcarnos objetivos a largo plazo, pero con la tranquilidad de saber que no sufriremos una lesión que nos aparte de dicha actividad.